Las palabras son palabras. Aprendimos en la escuela que éstas tienen su significado y su significante (cada uno de esos signos gráficos que, al combinarse de una determinada manera, hacen que se nos venga a la cabeza un concepto, un objeto, una imagen,..).
A menudo olvidamos que las palabras no son otra cosa que símbolos gráficos, que en su más remoto origen no se diferenciaban gran cosa de aquello a lo que representaban. Las palabras perdieron su iconicidad para constituirse en entes meramente abstractos cuyo cometido era transmitir mensajes de forma más precisa lo que hizo desplazar paulatinamente otras formas de expresión mucho más visuales.
La tendencia actual a crear nubes de palabras, sobre todo en el contexto de las páginas webs o blogs, que nos sirven para visualizar rápidamente tendencias o hilos temáticos, es solo uno de los muchos indicadores de cómo las nuevas tecnologías están cambiando la forma en la que percibimos los objetos culturales. Un texto era simplemente un texto, al leerlo (desde principio a fin, de izquierda a derecha) ibamos poco a poco descubriendo su contenido. Ahora podemos tener una visión nueva de este tipo de documentos. Mediante un software específico podemos visualizar de forma inmediata las palabras clave de un texto determinado, relacionando la frecuencia de su aparición con el tamaño específico o el color que se les da.
Yo he intentado hacer la prueba y darle aspecto visual al documento escrito que acabo de entregar como propuesta de TFM.
De un rápido vistazo mis pensamientos, ideas, ilusiones...
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